Moi y Mirko son artistas que viven y transitan el amor libre. En un diálogo íntimo y sin tabúes nos cuentan cómo lo hacen y desmitifican todos los prejuicios que rodean al tema.

por Pablo Gómez Samela


Publicado el 27 de Agosto, 2018


Moi: Para nosotros el amor libre es destilar al amor de toda la suciedad que tiene, de lo tóxico de los vínculos, del machismo y del capitalismo. Es poder amar sin culpa, sin tabú, sin violencia y dejar de lado los celos. Es entender el amor como una experiencia; como algo que no se agota, que se renueva y que siempre está. Es una experiencia irrepetible e intransferible de cada une.

Mirko: Nuestra relación la fuimos construyendo. No es que dijimos “lo hacemos” y ya está. No es algo que se pueda dar de un día para otro. Todo se va charlando y discutiendo hasta que te vas poniendo de acuerdo. Lo importante es nunca juzgar. Poner cada une sus límites, saber hasta dónde llegás y reconocer qué te daña y qué te modifica.

Moi: Cada une tiene que poder experimentar el amor sin tener que preocuparse por reglas impuestas por la heteronorma, como, por ejemplo, la monogamia. Para nosotros se trata de poder darse el placer de experimentar el deseo con otra persona y estar abierto a recibir amor desde otro lugar sin creer que eso pone en peligro el vínculo amoroso que tenemos.

  Moi fumando en la oscuridad, su cara está iluminada con una luz azul  

Moi: Mucha gente asocia el amor libre con lo que es específicamente sexual o con la fantasía del trío. Esto último sería como pasar del binomio al trinomio, es decir, más o menos lo mismo que planear una situación cerrada de pareja, pero entre tres personas en vez de dos. Eso no es amor libre. El amor libre es que él se pueda enamorar miles de veces, que yo también me pueda enamorar miles de veces y que podamos estar al mismo tiempo en constante enamoramiento entre nosotres y elegirnos. Lo importante es tener la libertad de no tener que ocultar nada y no tener que vivir esas experiencias de amor en secreto, sino poder compartirlo y poder hablarlo.

Mirko: Ese amor, ya sea enamorarse de une o de dos o de más personas, no necesariamente es lo mismo que conformar una pareja. Pueden ser solo segundos, un abrazo, un polvo o simplemente alguien que viste en el tren y pensaste “le amo”.

  Mirko leyendo, la escena está iluminada con una luz roja  

Mirko: Me parece que el amor está buenísimo. Es bueno sentirlo y buscarlo en muchos lugares. No limitarse por géneros o por ideas.

Moi: Que no haya ninguna imposición. Nosotros somos inquietos y necesitamos sentirnos en libertad para poder fluir, crear y crecer. Hay un diálogo constante en lo que es nuestro compañerismo. Cuando empezamos a salir éramos otras personas, y después fuimos cambiando al conocernos. La gente asume un montón de cosas sobre las parejas abiertas. Se piensan que estás en una orgía estable todo el tiempo y que la relación termina siendo tóxica. Y en realidad no. Sólo significa que hay una disponibilidad. No quiere decir que estamos todo el tiempo con tres vínculos a la vez. Hay momentos y momentos. Hay veces en que yo puedo estar en un vínculo y él no, momentos en los que él sí y yo no, y otros en los que podemos estar los dos. Puede darse que coincidimos y nos gusta mucho la misma persona a los dos. Él me respeta y me permite experimentar, así como también yo lo respeto y lo acompaño. Siempre todo está basado en el respeto y el diálogo a full.

  Rostros de perfil enfrentados de Moi y Mirko a contraluz  

Moi: Muchas personas nos piden consejos, sobre todo con el tema de los celos que son lo primero del amor romántico que le hace ruido a todo el mundo.

Mirko: Siempre la primera reacción de todo el mundo es decir “yo no podría” y la verdad es que no se dieron la posibilidad o no lo intentaron. Ni siquiera lo pensaron de verdad.

Moi: A mí me empezó a resultar muy tóxico conocer a una nueva persona desde ese lugar de “borrón y cuenta nueva”. Eso de querer anular todo lo anterior y empezar de cero con los mismos sueños pavos que no se sostienen con el tiempo. Sí se sostienen los vínculos, el compromiso, el acompañamiento, enfrentar los miedos, querer experimentar y entregarse al placer.

Mirko: Me parece que la libertad es innata en el momento que nacemos, pero la perdemos desde la primera inyección, el documento, el nombre y cómo nos educan. Entonces une le tiene miedo a la libertad. Eso también se construye.

Moi: A veces algunes que se proponen tener una relación abierta o vivir el amor libre, creen que pueden llegar a un resultado sin pasar por un proceso de aceptación, de enojos, de incertidumbre, de no tener referencias culturales o referentes para aprender sobre el tema y de no poder hablarlo con amigues porque para muchos es un tabú.

Mirko: Es necesario hablar. Quizás no siempre en el momento. Pero siempre hablarlo.

  Rostros de perfil enfrentados de Moi y Mirko a contraluz  

Moi: Hay que respetar la intimidad. No todo lo cuento con lujo de detalles. Respeto lo que cada une quiere compartir y con quién. Lo puedo hablar con él, con un amigue o con mi psicóloga. Siempre siendo cauteloso con el proceso del otre. No podés pretender que el otre se deconstruya automáticamente en el momento en que se dice “somos una pareja libre”. Hay que entender que nacimos y crecimos en una cultura machista y mamamos un montón de cosas negativas que están presentes en nuestros relatos amorosos.

Mirko: Une a veces se pone a sí mismo un rótulo, como por ejemplo gay u hombre. Y en verdad para realmente saber quién sos hay que transitarlo y no pegarse el título del libro en la frente. Hay que abrir nuestra vulnerabilidad y no seguir reteniendo cosas.

Moi: El amor es algo que me ayudó a sanar mi psiquis para seguir transitando la vida. Cuando una relación se termina lo que se acaba es el vínculo; el viaje, pero no el amor. Yo realmente conecté con Mirko y ese enlace va a estar siempre. El amor siempre va a estar.